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El peso del Bebé al nacer
05/11/2018
Lo normal es que un recién nacido niño pese entre 2.500 y 4.300 gramos y una niña, entre 2.400 y 4.200. Las variaciones, pues, son grandes, dependiendo del crecimiento en el útero, la duración del embarazo y la constitución de sus papás. Los genes juegan un papel importante en el peso (y la talla) de tu pequeño.
El peso de tu hijo al nacer es el punto de partida con el que el pediatra valora su crecimiento. Los datos se consignan en una gráfica (hay una de talla y otra de peso), en su cartilla de salud.
En esta gráfica hay siete percentiles: 3, 10, 25, 50, 75, 90 y 97. El percentil más bajo es el 3, que quiere decir que un 3% de todos los bebés tienen ese peso (o talla); el percentil 50 indica que la mitad pesan eso; el 75, que sólo el 25% de los bebés pesan igual (o, dicho de otra forma, que el 75% están por debajo de este percentil), etc.
El crecimiento se valora desde el percentil que tuvo al nacer. Si tu bebé pesó 2.800 gramos, está en el percentil 3, es un bebé de bajo peso, pero esto en sí no es preocupante. Seguramente vosotros sois de constitución delgada. Lo habitual es que se mantenga en este percentil toda su vida.
Sólo un cambio repentino, como bajar del 97 al 50, es motivo para investigar alguna anomalía o enfermedad. Un cambio al revés (el bebé nace en el percentil 3 y sube al 50) indica seguramente que la situación en el útero dejó de ser óptima y no recibía suficiente alimento.
Este peso, por tanto, no correspondía a su verdadero potencial. El peso se valora siempre en base a la talla. Generalmente estos dos percentiles no difieren mucho entre sí, lo cual es una buena señal. Tu pediatra lo controlará.
Una bajada normal
Todos los bebés bajan de peso en los primeros cinco días: los gramos que pierden al eliminar los líquidos acumulados y el meconio son más que los que ganan comiendo. Pero pronto los recuperan y en el décimo día pesan lo mismo que al nacer. A partir de entonces su peso aumentará 20-30 gramos diarios (150 a 200 por semana). Pero la pérdida y la ganancia son variables. El que nace con buen peso pierde más que el delgado, porque éste se muestra hambriento en las tomas y come cada menos tiempo. La naturaleza lo tiene bien previsto.
Bebés de mucho o muy bajo peso
Tanto unos como otros requieren atención médica especial.
El bebé con un peso menor a 2.500 gramos necesita un mayor número de tomas al día. Puede también tener problemas para mantener su temperatura corporal.
En un bebé con un peso mayor a 4.500 gramos se vigilan los niveles de azúcar. Si no los regula bien puede sufrir hipoglucemia (nivel muy bajo de azúcar que afecta al cerebro). Por ello también hay que alimentarle con mayor frecuencia.
¿Sabías qué?
Si el bebé realiza bien las tomas, si le notas relajado y si moja a diario entre 6 y 8 pañales, es señal de que está bien alimentado.